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FICHA CATALOGRÁFICA
20. Flor de la piña-anona.
Acuarela sobre cartoncillo.
6 1/4 x 8 1/2"
[Al reverso ms. a lápiz: "Flor de la piña-anona".]
NOTA
La piñanona (Monstera deliciosa) es un bejuco de la familia de las aráceas, con rizoma y un tallo cilíndrico hasta de 6 m de largo y de 6 a 7 cm de ancho; de sus nudos brotan largas raíces adventicias con las que se adhiere a los árboles o a las rocas. Las hojas son grandes (40 a 60 cm), anchas, brillantes, alternas, de contorno ovalado o redondeado, divididas en segmentos pinnados y con agujeros en forma de ojal. Las flores son pequeñas y hermafroditas, aunque algunas son unisexuales; están dispuestas sobre un eje central formando un espádice de 17 a 20 cm de largo que se ensancha y se carga de una pulpa aromática, comestible, de sabor agradable, aunque debe ser ingerida con cuidado, ya que de no estar madura causa irritación en la boca. En torno al espádice se desarrolla una bráctea blanca o espata. Los frutos son bayas comestibles de color amarillo pálido con manchas violáceas. Esta planta se da en las regiones cálido-húmedas de Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Quintana Roo, Campeche, Yucatán. Sus raíces aéreas se utilizan para la fabricación de canastas, asientos, sombreros, etc. Como remedio natural se usa para curar dolores artríticos.
Es posible que José Juan Tablada haya dibujado esta flor de piñanona en Cuernavaca, donde se utiliza mucho como planta de ornato, por sus grandes hojas. Quizá le llamaron la atención su fruto y su flor un tanto exóticos. Esta última incluso tiene algo de "monstruoso", calificativo que aplicó frecuentemente a la orquídea, motivo también de sus dibujos. En Cuernavaca, el poeta construyó un jardín donde hizo dibujos de insectos y cultivó algunas otras plantas exóticas, como un cactus de floración nocturna. El gusto de Tablada por la naturaleza está relacionado tanto con su actitud nacionalista como con su japonismo; mientras este último le otorga un lugar preponderante a la naturaleza, ya sea por su carácter estético o porque el ser humano debe mantener un equilibrio con el mundo que habita, el nacionalismo le otorga su color local, mexicano y americano.
AEHM/RMS
